La ciudad china de Shanghái, comienza un confinamiento escalonado en dos fases que tendrá lugar hasta el 5 de abril. Se trata de una medida de contención contra lo que califican del peor rebrote de covid en la ciudad.
El confinamiento dará comienzo el 1 de abril e irá desde los barrios situados al este del río Huangpu, que divide la ciudad, hasta los distritos en el oeste. Se trata del mayor encierro llevado a cabo desde el inicio de la crisis sanitaria y se espera que el parón en la gran ciudad, de 24 millones de habitantes, afecte tanto en la economía china como en la internacional por su estatus de centro financiero y logístico.
Otra de las medidas adoptadas será que los residentes permanezcan en sus casas, suspendiendo el transporte publico y los taxis. Los vehículos privados por su parte, no podrán circular por las calzadas "a no ser que sea necesario". Se establecerán controles en las vías de acceso y salida de la ciudad, donde solo aquellos residentes con una prueba PCR negativa en las últimas 48 horas recibirán permiso para abandonar Shanghái.
A esto se le suman campañas masivas de detención y control de casos, que desde el lunes han registrado 416 casos y 14.000 asintomáticos y campañas de realización de pruebas PCR para los distritos confinados.
Horror en el hipermercadoEl aviso se dio con pocos horas de antelación en la noche del domingo por lo que los residente se agolparon en supermercados locales para hacer acopio de víveres. Las redes sociales viralizaban imágenes de grandes colas y estantes vacíos, símbolo de histeria entre la población.
Durante el confinamiento solo se podrá pedir comida o suministros, sin embargo estos productos solo podrán ser recogidos en el portal, ya que los repartidores tendrán prohibido entrar a los edificios.
Otra de las medidas adoptadas para este confinamiento, es la implantación del teletrabajo por parte de las empresas, salvo en los casos de compañías "que garantizan la vida y la operación de la ciudad".
"Contagios a gran escala"La decisión ha sido tomada para prevenir un empeoramiento de la situación, sin embargo, al principio se dudaba de esta acción ya que Shanghái "no podía confinarse por su importante función en la economía y el desarrollo de China y su impacto mundial".
Wu Fan, experta en la pandemia, llegó a avisar de que "se verían cargueros internacionales detenidos flotando" en el Mar de la China Oriental si la ciudad se paralizase. Wu explica que se habían detectado "contagios a gran escala" durante pruebas masivas de PCR recientes y declaró que "poner a los infectados bajo control bloqueará la cadena de contagio", a lo que añadió que los tests "continuarán hasta eliminar todos los riesgos ocultos".
Desde la población y a través de las redes sociales, los internautas cuestionaban la decisión de no llevar a cabo un confinamiento a gran escala como sí, se hizo en otras ciudades como Wuhan y Xian o Shijiazhuang, las cuales contaron con un registro de casos menor.
Control de asintomáticosEste rebrote de la variante ómicron, ha llevado al límite la gestión de Shanghái, que hasta el momento era una de las ciudades implacables en la lucha contra la pandemia en todo el país.
El resultado de las altas cifras, se debe al gran número de asintomáticos detectados en este rebrote (más de 10.000 en los últimos ocho días). Segú la política China de "cero covid dinámico", los asintomáticos junto a los todos los contagiados deben aislarse en residencias u hospitales, añadiendo presión a la capacidad hospitalaria.
Para una mejor contención del virus, algunos espacios públicos como el enorme centro de convenciones han sido transformados en centros de cuarentena provisionales.
Desde el comienzo de la pandemia, Shanghái ha detectado 5.293 contagiados sintomáticos de covid-19 y registrado siete muertes, según los datos oficiales. A esto hay que sumar que 22,4 millones de personas habían recibido una pauta completa de vacunación contra la covid-19 en febrero, y a 1,06 millones les había sido administrada una dosis de refuerzo, según datos de la Comisión de Sanidad de la ciudad.
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